domingo, 28 de octubre de 2012

HERMANDAD DE NUESTRA SEÑORA DE ARATZAZU DE LIMA 1612-2012


SORPRENDENTES REVELACIONES EN LIMA:

Culto a Virgen de Arantzazu
Seguía aún hasta el año 1911       

Ni la intervención de su Hermandad por el Gobierno ni el Incendio del Altar de la Virgen pudo interrumpir el culto de la comunidad vasca a su Patrona, según revelan documentos que certifican que es auténticamente vasca la deidad que hasta ahora se venera en la Basílica de San Francisco.

Por Jhon Bazán
Investigaciones que han empezado a dar sus primeros frutos acaban de comprobar que el culto a la Virgen de Arantzazu en Lima por parte de la comunidad vasca, no se interrumpió con la intervención por parte del gobierno de la hermandad que se había iniciado en 1612 sino que pese a ello, y  a un incendio que consumió la capilla del culto, este se reinició en 1911 y continuó hasta fecha indeterminada que aún falta precisar.
Es decir, en 1911 existía en Lima una comunidad vasca completamente organizada, que asumió no solo los costos de refacción de la capilla y el logro de una nueva efigie de la Virgen de Arantzazu del país vasco, en coordinación con la Beneficencia Pública de Lima que se había obligado tras la intervención de setiembre de  1865 a proveer lo necesario para el culto, ya no a través de una Hermandad sino de una Cofradía que se conformó al efecto.
Los documentos a que ha tenido acceso un equipo de investigadores del Fondo Editorial Oiga representado por el suscrito prueban todo ello, dando legitimidad al culto de la imagen de origen vasco que se venera en el Convento y Basílica de San Francisco de Lima, que había sido puesta en tela de juicio por suspicacias generadas por algunos círculos españolistas interesados en desprestigiar el cuatricentenario de la hermandad, sin haberse realizado investigación preliminar alguna.
Los documentos a que se han accedido comprueban que los vascos que conformaron la Cofradía de 1911 efectivamente habían habilitado un altar en reemplazo del quemado en el incendio de nueve años antes (lo cual había interrumpido el culto), el cual fue debidamente bautizado, y que además se celebró ese año la primera fiesta en honor de la nueva virgen, en el segundo domingo del mes de julio, y no en setiembre como ahora se acostumbra. Esto lo afirma la propia Beneficencia Pública de Lima en un asiento legal bajo la firma de su Presidente de apellido Miro Quesada, y con la rúbrica de un secretario apellidado Carrillo.
Otra acta de la propia Cofradía fechada el 13 de Agosto de 1911 confirma a la letra las inversiones realizadas en el altar y en la fiesta, que resultó ser “la fiesta más solemne que se haya visto” de lo cual resultó que los Mayordomos encargados de ello fueran reelegidos por unanimidad, pese a que pusieron sus cargos a disposición de los demás integrantes.
Esta acta está suscrita así: “F. Mendizábal, Esteban Ibarguen, Gabriel Larrañaga ,  Oscar R. Pérez, Fco. Ibarguen, Juan Luza, J.M Ercilla, N. Renteria, Pedro Fernández,  Teófilo Belmon, Clemente Ibarguen. Doy fé Adolfo Prieto. Secretario”
Finalmente, se ha descubierto un contrato del 14 de Julio de 1899 por el cual se detalla las refacciones en la capilla y altar de la Virgen de Arantzazu, y el costo de las mismas, llevando las siguientes firmas: Juan Nisihi = Aprobado = J. F. Puente - 1er Mayordomo = Aprobado = Clemente de Ibarguen = 2do Mayordomo.

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