jueves, 28 de febrero de 2013


Canta claro

por FRANCISCO IGARTUA

La realidad no es
lo que aparenta ser

Lejos de aclarar el panorama político nacional, la presentación del gabinete Ferrero ante el Parlamento ha oscurecido aún más nuestra ya oscura vida política. La masiva abstención que impidió el voto de censura (aparte de tres votos de los propios interpelados) fue un gesto de respeto a la persona del doctor Carlos Ferrero, de fecunda actuación conciliadora mientras fue presidente del Congreso. No de esperanza en el equipo ministerial, de notoria baja calidad en su conjunto. Situación que ha puesto sobre el tapete la posibilidad de que el premier Ferrero resulte siendo otro fusible de Palacio. Al parecer, Toledo estaría deseoso de ser licenciado, pues no hay otra explicación a tanta torpeza para ir rebajando el nivel de sus colaboradores. En otras palabras, el Congreso se ha hecho eco del clamor ciudadano para que personalidades del nivel de Beatriz Merino y Carlos Ferrero tengan mayor participación en la selección de sus equipos ministeriales. Si esto no ocurre, la suerte del premier Ferrero está echada. Seguirá el camino de Beatriz Merino. ¿Y a dónde irá a parar nuestra inestable República?...

El tema no es, pues, lo que dijo o calló en su exposición el flamante Premier. Lo que importa es desentrañar el significado de las movidas políticas que se han producido en torno al nuevo gabinete. La más notoria, sin duda, han sido los primeros pasos del embajador del Perú en España, señor Fernando Olivera, para romper la alianza del FIM con el gobierno. Sus exigencias públicas para que el gobierno atienda una larga listó de reclamos (los mismos que la oposición ha venido haciendo desde el inicio del régimen de PP-FIM) no significa otra cosa que el propósito del señor Olivera de pasar a ser un nuevo y flamígero adversario del gobierno toledano, con la mirada puesta en las elecciones del 2006, en las que el líder fimista sueña llegar a la segunda vuelta como el abanderado del antiaprismo.

Ya la vaca del Estado ha sido bastante ordeñada desde la embajada en España y desde su cuota de ministros. Ahora le toca ir montando la candidatura presidencial de Olivera, opositora a Toledo, con reclamos radicales que recién descubre y que hasta ahora ha venido callando, a pesar de estar viviendo (provechosamente) en las entrañas del régimen al que comienza a criticar con acidez. A pesar de tan claras evidencias de que Olivera prepara un próximo alejamiento del régimen, el presidente Toledo insiste en que su alianza con el FIM está "más fuerte que nunca" y lo mismo declara, aunque con menor énfasis, su socio, el embajador en España con presencia constante en Lima. Hipocresías de la política que a nadie engallan y que abren tremenda interrogante sobre cómo será el próximo escenario político peruano. ¿Será una nueva correlación de fuerzas que el premier Ferrero está esperando para tomar decisiones propias de concertación nacional?... Pronto se sabrá, pues la situación actual es tan crítica que no puede durar mucho.

Y un añadido final. Nada tiene de democrático el comentario que algunos políticos hacen contra los parlamentarios fujimoristas, por el "delito" de votar a favor del gobierno. Esa actitud intolerante, fascistoide, solo logrará que crezca cada vez más la votación a favor del viejo régimen. Esos parlamentarios tienen mandato popular, por lo general mayor que el de quienes pretenden excluirlos.

Fuente:
FONDO EDITORIAL PERIODISTICA OIGA
Diario EXPRESO, 17/01/2004

1 comentario:

  1. Plena libertad de prensa, pero...
    La reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa en Lima fue motivo para que el presidente Toledo encendiera el entusiasmo de esa asamblea con un discurso de fervorosa adhesión a la libertad de prensa, adhesión real que nadie le puede discutir. Sin embargo, animado al parecer por los aplausos se salió de órbita y aprovechó la ocasión para quejarse en tono desmedido de las críticas que le hace la prensa ("no distorsionen, no enfermen el alma del pueblo"... "tengo autoridad moral para decirles que no mientan"), añadiendo que pocos medios lo ayudaron en su "lucha por recuperar la democracia", mientras que refiriéndose al Poder Judicial, afirmó "yo no me meto ahí". Dos puntos que son verdad a medias; pues si es cierto que Toledo encabezó la oposición final contra Fujimori, también es verdad que él y la mayoría de los medios que mencionó no estuvieron en esa lucha desde el golpe militar del 92 hasta comienzos de 1999. Lapso durante el cual Toledo hablaba de construir el segundo piso de la obra de Fujimori y buena parte de esa prensa no se cansaba de alabar los "éxitos" del régimen golpista. Y, en cuanto a que el presidente no se mete en el terreno judicial, puede que así sea. Pero alguien de su gobierno tendrá que explicar (éste es sólo un ejemplo) cómo hizo el ex director de Expreso, representativo mayor de la prensa fujimontesinista, para salir a la calle y fugar del país. La jueza que dictó la excarcelación podrá explicar (rabulescamente) que se ajustó a ley, pero ¿por qué esa ley no sirve para otros? Y sobre todo ¿por qué el Inpe, que es dependencia del gobierno, dejó salir a Calmell un viernes en la tarde, dándole tiempo para la fuga entre sábado y domingo?

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