viernes, 1 de marzo de 2013


Canta claro

por FRANCISCO IGARTUA   
  
Acusación a Fujimori es una grotesca farsa

El miércoles en la noche venía buscando tema para esta columna; pero prendí la televisión y mi di con el caso Fujimori en el programa de Jaime de Althaus en Canal N... Pronto advertí que ya no tenía actualidad el problema de la montaña de chatarra intoxicante en la que se han convertido los autos, buses y camiones usados, producto del despido de empleados públicos durante el fujimorato, convertido: hoy en filántropos obligados, pues el mercado ha ido reduciendo las tarifas de taxistas y choferes, mientras los combustibles se encarecían. Problema trágico (en lo social) porque cualquier solución concluirá en desocupación y hambre, en delincuencia y rebeldía. O sea, el destino fatal del subdesarrollo con élites que sólo miran su bolsillo.

Lo revelado en el programa de Althaus (la endeblez de las acusaciones contra Fujimori) no sólo me ha hecho olvidar la trágica montaña de chatarra. Ha llevado mi indignación al extremo de tentarme a no volver a escribir en la prensa peruana, porque también ella es cómplice de la repugnante farsa en la que ha cumplido la acusación al fugado ex presidente.

Con sorna, el representante de Fujimori hizo ver en La Hora N que con las "pruebas" de la denuncia judicial será imposible la extradición de su jefe... O sea ¿que Fujimori no es un criminal?... Claro que lo espero para probarlo, no bastan testimonios nada confiables ni un pedido de ascensos anterior a los casos de Barrios Altos y La Cantuta. Ese pedido sólo probaría que el ex presidente es adivino.

Pero las cosas no son así. Por lo pronto no existe un documento firmado por Fujimori exigiendo los ascensos de la gavilla "Colina". No. Fueron tres, dos memorandos y un oficio, insistiendo en premiar a esos oficiales "por los trabajos Especiales de Inteligencia" realizados en "las universidades del país". No se trató, pues, de ascensos por méritos futuros sino por crímenes cumplidos, entre otros la masacre de estudiantes de la Universidad del Centro, denunciada por la Fiscalía de Huancayo el 25 de marzo de 1991.

¿No es esto prueba? Se dice que se trata de indicios. Pero son indicios que llegan a prueba  con los asesinatos posteriores de Barrios Altos y La Cantuta. Está, pues, en Huancayo el hecho que hace vinculantes todos estos crímenes y dan solidez a la acusación contra Fujimori.

No querer tomar en cuenta las masacres de la sierra central significa que hay farsa en la acusación, que no se quiere castigar a Fujimori. ¡Y que no haya disculpa para los procuradores, parlamentarios, ministros y periódicos a los que entregué esos tres documentos!

FUENTE:
EDITORIAL PERIODISTICA OIGA
Diario EXPRESO, 17 de mayo 2003

2 comentarios:

  1. Pero las cosas no son así. Por lo pronto no existe un documento firmado por Fujimori exigiendo los ascensos de la gavilla "Colina". No. Fueron tres, dos memorandos y un oficio, insistiendo en premiar a esos oficiales "por los trabajos Especiales de Inteligencia" realizados en "las universidades del país". No se trató, pues, de ascensos por méritos futuros sino por crímenes cumplidos, entre otros la masacre de estudiantes de la Universidad del Centro, denunciada por la Fiscalía de Huancayo el 25 de marzo de 1991.

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  2. ¿No es esto prueba? Se dice que se trata de indicios. Pero son indicios que llegan a prueba con los asesinatos posteriores de Barrios Altos y La Cantuta. Está, pues, en Huancayo el hecho que hace vinculantes todos estos crímenes y dan solidez a la acusación contra Fujimori.
    No querer tomar en cuenta las masacres de la sierra central significa que hay farsa en la acusación, que no se quiere castigar a Fujimori. ¡Y que no haya disculpa para los procuradores, parlamentarios, ministros y periódicos a los que entregué esos tres documentos!

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